Fin de semana improvisado, cena en Nishiki
Saludos cosmonautas,
la verdad es que Urías ya empieza a oler las vacaciones, empieza a notar en su cuerpo esa libertad, y también cierta incertidumbre (¿qué hago ahora con tanto tiempo libre?). Pero hay una buena manera de empezar a entrenarse para esta anarquía parcial que pueden ser unas vacaciones, ¿qué mejor que improvisar lo que se va a hacer ese día, guiándose solo por impulsos y antojos del momento? Eso es lo que hizo Urías, y este fue el resultado…
El viernes empezaba en Barcelona, justo al salir del trabajo, a comer en una terraza de Rambla Catalunya y luego a pasear un poquito… Lo primero que me llamó la atención fue esto:
El escaparate del famoso Colmado Quílez, en el que se pueden encontrar desde Donettes hasta productos alimentícios de lujo, estaba repleto de aguas de todo tipo y precio. La verdad es que uno pocas veces se para a pensar en la cantidad de marcas de aguas distintas que hay, pero es que lo que podíamos ver en este escaparate se salía de madre, atención a la siguiente botella…
¡74 euros de nada por una botella de agua! Atención al nombre “bling”, que suele hacer referencia a cosas de lujo y generalmente brillantes, aunque en un argot macarra. Desconozco qué propiedades especiales puede tener esta botella, pero poco o nada puede justificar para un servidor pagar 74 euros por agua. Y lo que más me escama no es que cueste tanto, si no que probablemente hay alguien que está dispuesto a pagar ese precio. Seguimos andando para encontrarnos un póster que también me sorprendió. Yo sabías que los Carcass, mítico grupo de Death Metal, habían vuelto a escena, lo que no sabía es que habían cambiado tanto… ¡Y encima tocan en Mataró! ¡Qué bien!
Lo siguiente fue comprar un regalo para una bióloga recién licenciada. Nos adentramos en una libreria dedicada exclusivamente a vender libros de naturaleza, y aunque sí que he visto muchos de los documentales de La2 (¡lo juro por el Capitán Harlock!), lo cierto es que tanto animalito y tanta plantita convertían ese lugar en la librería más aburrido del mundo, al menos para mí. Pensé que para una bióloga, el siguiente libro era imprescindible, creo que fue una buena compra y un buen regalo…
Volvimos a Mataró y el estómago empezaba a rugir, así que tocaba llenarlo de nuevo. Esta vez, sorprendentemente, ponernos de acuerdo en el restaurante fue sencillo. Lo que decíamos, un día improvisado en el que cualquier cosa vale. Escogimos el que para un servidor es uno de los mejores restaurantes japoneses que hay en la província de Barcelona, un restaurante que no tiene cocineros ni personal japonés, pero a pesar de ello, consta en la lista de restaurantes “avalados” que edita el Consulado Japonés de Barcelona. Se llama “Nishiki“, fue el primer restaurante japonés de la comarca del Maresme (en 1999), y aunque su precio sea algo elevado, se paga con gusto la comilona. Itadakimasu!
Para empezar una sopa de miso por gentileza de la casa.
Una Sapporo para acompañar…
Mis yakisoba favoritos, con su piel de bonito retorciéndose por el calor de los fideos. No se puede ir al “Nishiki” y no probarlos.
La primera vez que probamos esto, foie de rape con salsa ponzu (que yo pensaba que era una salsa que exclusiva del shabu-shabu). Tenía un poco de picante, realmente bueno.
No somos de los que siempre piden sushi cuando van a un japonés, pero ese día había ganas…
Como extra pedimos unos de vieira…
Y unos de unagi…
¡Que estaban divinos!
Para terminar, un poco de mochi.
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Si alguna vez os acercáis por Mataró, no perdáis la oportunidad de pasaros por el “Nishiki”, ¡pero reservad antes!
Como te alimentas 🙂
Mejor esa de sapporo que el agua de 70€ 😉
Se pusieron las botas, jeje, muy buen recorrido gastronómico 🙂 siempre que pienso en un japonés se me ponen los dientes largos, jaja 😛
Un saludo!
Me recuerda a un anuncio en el que decian lo de Estaban divinos. Pareces la 3a venida de Jesus. Sí, la 3a, porque la primera ya paso y la segunda se llamaba Al Gore, pero perdió las elecciones.
Información Bitacoras.com…
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74 loros, ya les vale. El agua es agua, caray. Mejor la Sapporo. ¡La bébida de los héroes! Lo del sushi de vieira me llama la atencion, pero me parece lógico. Tal y como lo veo elsushi escomo la tortilla: cada pueblo en japón seguroque tiene su receta exclusiva.
Y ese mochitenia una pinta estupenda.
Los dias improvisados a veces son los mejores. Sorprenden y uo se queda con una sonrisa d eoreja a oreja. Unose siente hasta cierto puto aventurero.
Anda como mola cuidarse!!!!
Eso si, con SAPORO, nada de AGUA (H2O) por 70 lerazos. Faltan BALAS para tanto idiota suelto
Me apunto el restaurante, tiene buena pinta.
La marca de agua la había visto en un reportaje de casas de famosos, creo que Eminem tenía una nevera llena de estas botellas… (Lo que no sabia era el precio xD)
Saludos!
Ah… “El origen de las especies”… se lo iba a regalar, junto a “El origen del hombre” a una compañera de la escuela de idiomas, testiga de Jehová como ella sola… pero al final pasé de líos.
¡Esos platos tienenuna presentación muy bonita! Y tienen buena pinta también.
¡Gracias a todos!
Está claro que coincidimos en cuanto al tema del agua… ¿hacemos una colecta para comprar una botella, hacer una prueba y masacrar el producto? xD
@JoCkEy, gracias por el apunte, encaja mucho lo de “bling” con Eminem 🙂
He visto en Internet algunos comentarios respecto a Nishiki que dicen que no es auténticamente japonés porque no tienen cocinero japonés ni personal japonés. Y es cierto esto, aunque también es cierto que el 90% de restaurantes japoneses los llevan chinos. Al menos, en el caso de Nishiki, parece ser que las artes culinarias las han aprendido en Japón. ¡Y la buena pinta que tienen los platos se traduce también en un gran sabor! (Y como decía, tienen el aval del consulado japonés.)
@elJuanjo, sin duda, un buen regalo para biólogos, pero sobretodo para cualquier fanático religioso xDDD
Si tienen ese aval, yo diria que el “saber hacer” lo tienen de sobra, ¿no?
Ah, es cierto, se me ha olvidado decir que el libro tiene buena pinta también, ¡pero no para comer! Tiene una encuadernación muy bonita.
Cagundena quina gana mha entrat!
¡Qué buena pinta tiene todo! No puedo ver este tipo de fotos a estas horas… se me hace la boca agua…
Mi experiencia en el restaurante es más que nefasta.
Acudí el día 30 de enero de 2016 a las 14:50 horas con mi hijo de 5 años, íbamos los dos solos.
La entrada en el local fue con una buena recepción por parte del camarero que me preguntó si acudía con reserva, indicando que no, por lo que me dijo que no había problema en ocupar la mesa pero que tuviera en cuenta que los platos se cocinaban desde el momento en que se pedían.
Nos acomodaron en una mesa. A las 15 horas sentaron a una pareja en la mesa de al lado; no nos tomaron nota hasta las 15.15 después de la pareja que sentaron al lado.
Pedimos dos platos, primero y segundo. De primero una tempura y de segundo un combinado de nagiris.
El primer plato nos lo sirvieron a las 16.15 y cuando lo hicieron nos informaron que el plato de nagiris tardaría mucho en ser servido y que se nos ofrecía una combinación de makis.
Hay que reconocer que la tempura estaba buena pero el plato era de un tamaño irrisorio.
Acabado el plato nos lo recogen y no es hasta las 17 horas que observo que van sirviendo nagiris a las mesas de al lado.
Le pregunto al camarero si tardaran mucho en servir el segundo plato y me dice que aún no han empezado a cocinarlo.
Pido la cuenta y por una botella de agua y un plato de tempura me clavan 20€.
No recomiendo el local porque la relación calidad, cantidad y precio no está acorde. Tampoco lo recomiendo porque te toman el pelo y si vas con niños no puedes estar 2 horas esperando a que te sirvan un simple plato y luego te digan que lo que pides no te lo pueden servir pero lo estén sirviendo a las mesas de al lado. Tampoco lo recomiendo por la falta de respeto que mostraron ante su falta de atención por una reclamación legítima por su falta de atención.