Puesta de sol en Kyomizudera
Saludos cosmonautas,
hace mucho que no os hablamos de nuestros viajecitos por el mundo, y la verdad es que es algo que echábamos de menos (además, viajar también es TLQM ™). Esta vez queremos llevaros de nuevo a Japón, y nos iremos hacia el verano del 2007, cuando Urías se plantó por primera vez en el país de las máquinas automàticas de bragas usadas (en realidad yo no he visto ninguna, ¿existen de verdad?). Concretamente vamos a la antigua capital nipona, esa ciudad donde el tiempo transcurre de forma distinta a la de Tokyo. Lógicamente hablamos de la bonita y tranquila Kyoto.
Estuvimos unas tres noches en Kyoto, y la verdad es que nos quedamos algo cortos a la hora de ver algunas de las maravillas que hay en la ciudad, pero hubo un templo que realmente nos cautivó. Se trata del Otowasan Kyomizudera (音羽山清水寺), el templo del agua pura. Uno de sus principales atractivos es que se encuentra más o menos enmedio del bosque, en una parte elevada de la ciudad, ofreciendo así vistas panorámicas de Kyoto. Coincidió que escogimos el momento en que el sol se ponía para visitarlo, ofreciéndonos un espectáculo fantástico a la vista. Nuestro “bed & breakfast” estaba muy cerca del templo, y antes de llegar a él teníamos un paseíto interesante… nos enteramos que dormíamos… ¡junto a los muertos!
Lo que sorprende de muchos de estos cementerios en Japón, es que no se encuentran para nada apartados ni escondidos.
Nosotros evitamos en ese momento subir por el camino habitual (muy bonito, pero lleno de tiendecitas y turistas), y cogimos uno paralelo en el que, si te despistabas, te encontrabas enmedio del cementerio.
Majestuosa entrada, con un par de bichos en las escaleras, de este templo que forma parte del Patrimonio de la Humanidad.
Coincidió que esos días se celebraba el obon, la fiesta de los muertos. Y como os contaremos un día de estos, son unas buenas fechas para visitar Kyoto.
El sol empezaba a bajar…
Al fondo, la ciudad de Kyoto.
Sencillamente precioso, ¿no?
El momento invitaba a dar rienda suelta al romanticismo…
Vistas de lejos del Kyomizudera. Durante el obon se proyecta ese enorme haz de luz azul (no sabemos por qué), pero el templo se abría de noche y estaba a rebentar (de gente y de mosquitos).
“Venga Antonia, pa casa.”
Información Bitacoras.com…
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¡Muy chula la imagen 619 de la silueta del templo!
Lo de los cementerios es curioso, tengo que subir fotos algún día 🙂
Saludos!
Qué bonitas las fotos, y la romántica… ¡No tiene precio! XDDD
Nosotros también nos liamos por el cementerio la primera vez que fuimos al Kiyomizudera. Los cementerios japoneses también son TLQM ™! (o no? XD)
Buuf, unas fotos preciosas, de verdad. lapuesta de sol es increible. Lo d enoescnderse… supongo que seria un cementerio sntoista y algo tendria que ver eso.
Kiyomizudera es mi templo favorito XD
La segunda vez que fui me hice el camino con los ojos cerrados entre las dos piedras del amor que hay. También me colé en una sesión de fotos que estaban haciendo en la pagoda que hay cerquita.
Precioso, una bonita puesta de sol. Se echaba de menos que hablaras de viajes 🙂
Qué me estás contando !!!?? Hideo y yo también estuvimos durante el O-Bon en Kyoto, en el 2007. Ostras !!!!
El Kiyomizudera fue una de las visitas que más me gustó y luego, al bajar, me lo pasé teta en las tiendecitas ^.^
¡Wow! Pues puede que nos cruzáramos y claro, como aún no nos conocíamos pues nada xD
Menuda casualidad 🙂
Pues la verdad es que este templo tiene un “je ne sais quoi”, un algo (o un “nanika” ;P) que hace que repita la visita cada vez.
La última vez fue durante el punto álgido del momiji y, como otros templos, también se abría al anochecer con una iluminación especial que realza aún más la belleza de los arces vestidos de rojo.
Así que lo visité tres veces, una por la mañana y dos de noche. Siempre entre una muchedumbre exclamando sugooooooi a cada paso y cada árbol.
Por la noche también había el haz de luz que parecía querer atravesar Kyoto de parte a parte.
Bonitas fotos. Me gusta mucho cuando hablas de tus viajes y nos cuentas cosas.
La segunda foto para mi tiene un color precioso.
Un saludo.
Ohh……. que maco… quant de sucre!!!! M’emociono molt amb aquestes coses sniff..
Pero sera posible que haya visto a Urías sin barba??
No sabía que el Capitán era un romántico, menudo galán jajaja
Sin duda, uno de los lugares más increíbles de Japón, no entiendo como algunos viajes organizados no lo incluyen. Es una pasada.
¡Qué bonito! Hasta el cementerio de bonito.
Me han gustado las fotos.
La arquitectura de Japón me parece siempre absolutamente preciosa y fascinante.