Ciencia Ficción vs. Tokusatsu: prejuicios y contradicciones
Saludos cosmonautas,
el tema de hoy daría para escribir un libro entero (no lo descartemos), queremos ponernos algo polémicos y cuestionar ciertas ideas estéticas (aunque sobre gustos, bla, bla, bla). Puede que ahora tratemos de forma más esporádica el tema en este blog, pero muchos sabréis que el tokusatsu (Godzilla, Kamen Rider, y básicamente gente dentro de trajes de látex) es una de nuestras pasiones. Una pasión que nunca se ha librado de ciertos comentarios (burlones, despectivos, críticos) de aquellos neófitos o simplemente ignorantes de este “género” japonés (si es que se puede considerar así). Hoy queremos hacer distinciones, e intentar, desde la humildad, poner las cosas en su sitio.
¡Somos unos incomprendidos!
Empezaremos por tirar piedras a nuestro propio tejado, nos meteremos directamente con el título de nuestro post, y en cierto modo, con el objeto de nuestra discusión. En primer lugar, deberíamos dejar claro que el tokusatsu no es “la ciencia ficción japonesa”. Nosotros hemos pecado en más de una ocasión de intentar describirlo así, y si bien es útil para situar el género dentro de unas coordenadas que podamos entender fácilmente desde occidente, resulta engañoso, y acaba llevando a comparaciones sin demasiado sentido.
“Tokusatsu” hace referencia a los efectos especiales que se usaban en cierto tipo de películas o series de TV, es decir, eran “películas de efectos especiales”, no se consideraban películas (o series) de Ciencia Ficción, sino películas que utilizaban maquetas, tipos disfrazados, rayos láser, etc. Como es lógico, se usaban estos efectos para recrear cierto tipo de argumentos, mundos, personajes, que tenían mucho en común con lo que nosotros llamamos ciencia ficción (pero podían ir mucho más allá). Teniendo en cuenta que la ciencia ficción japonesa no tuvo el mismo impacto en la sociedad, y que su popularidad era mucho más relativa, se podría decir que el “tokusatsu” asumió ese rol, y fue el encargado de mostrar a los japoneses otros mundos posibles o imposibles.
The Mysterians, o la “ciencia ficción” de colorines japonesa.
¿Pero qué entendemos por ciencia ficción? Una pregunta que no es fácil de contestar, ya que parece que no existe un consenso, y por lo general se utiliza de forma muy amplia y libre. Principalmente se entiende que la ciencia ficción es una especulación narrativa con cierta base científica (más o menos estricta), pero a la práctica, en nuestra cabeza engloba todo aquello que incluye naves espaciales, mundos futuros, apariciones extraterrestres, e incluso los futuros apocalípticos y distópicos; todo construido de una forma que pueda parecer verosímil, o posible en un futuro (o incluso pasado). Si nos ponemos estrictos, esto dejaría fuera de la ecuación a muchas de las películas, series o libros que popularmente se han etiquetado como ciencia ficción. Star Wars, por ejemplo, nunca ha pretendido ofrecer explicaciones o justificaciones más o menos plausibles de su “universo” (¿midiclorianos? ¡hahahahaha!). Quizás deberíamos hablar más de obras de “Fantasía Espacial”, o el fantástico término “Space Opera”, aunque esto deja fuera muchas otras obras también consideradas ciencia ficción que no tienen esa base científica sólida, o no ocurren en el espacio.
Es ahí donde encontraremos más similitudes con el tokusatsu, en películas como Star Wars, lógicamente en el cine fantástico americano de los años 50 y en series como Stargate, Star Trek, o el Doctor Who (confirmado que esta última es considerada tokusatsu en Japón); donde la fantasía está por encima de cualquier explicación científica o pseudo-científica. Creemos que una de las diferencias fundamentales entre el enfoque de la ciencia ficción y el del tokusatsu es la fuente de inspiración. Si bien las películas “2001”, “Solaris” o “El planeta de los simios” están basados en libros, el tokusatsu generalmente se ha fijado más en el manga y en el propio cine para inspirarse. Esto también acerca el tokusatsu al género de los superhéroes (Ultraman, Kamen Rider, Super Sentai), lo cual demuestra una vez más la amplitud del término. Pero incluso ahí sigue habiendo una diferencia muy importante, y una de las claves del rechazo o la incomprensión del tokusatsu.
Es tendencia en el cine de superhéroes americanos, sobretodo en los últimos 10 años, intentar que los personajes parezcan más realistas. Esto se traduce en: “no les pongas mallas de colores, mejor cuero negro o rojo.” Es una forma de hacer las cosas que llegamos a entender, pero tampoco compartimos al 100%. Hay algo que se pierde en ese camino del cómic al celuloide, en buena parte, la imaginación. Esa idea de lo que funciona en cómic no tiene porque funcionar en pantalla no la comparten los japoneses, en absoluto. Para los neófitos es chocante ver tanto colorido en las series de televisión, o esos animales gigantes que se ve a la legua que son tipos disfrazados destrozando maquetas, y lo que más les choca/divierte o les da pereza son los típicos monstruos multicolor de látex, gomaespuma o lo que sea.
Lo que se puede hacer en papel no se puede hacer en pantalla
En el tokusatsu apenas existe esa barrera entre cómic/libro y la pantalla, ese proceso de adaptación que han hecho en la gran pantalla X-Men, Thor, e incluso el Batman de Burton como pionero, héroes como Kamen Rider o Kikaider se lo ahorran, y parece que se intenta plasmar el mismo “feeling” del cómic en la serie de TV o película. Se busca ese colorido de los uniformes, y sobretodo, hacer los monstruos lo más parecidos posibles a los del cómic. Es esa idea más fantasiosa que comentábamos antes, no se busca un “realismo”, porque estamos tratando cosas que no son reales, son fantásticas. Hasta cierto punto, este enfoque de los superhéroes nipones nos puede recordar lo que ha hecho Alex Ross con los personajes de Marvel y DC, devolviéndoles ese punto legendario, mítico y tan fantástico que los superhéroes oscuros y “realistas” del siglo XXI parecen haber perdido. Aunque esto no excluye que haya habido intentos de llevar a los superhéroes japoneses a terrenos más oscuros (los enfoques de Keita Amemiya son un buen ejemplo de ello), y por lo general, estos han tenido más claroscuros que sus contrapartidas americanas (aunque curiosamente la tendencia parece haberse invertido en ambos sitios – con Kamen Rider siendo cada vez más infantil, y los superhéroes americanos más adultos).
¿Alguna diferencia entre el manga y la serie?
Pero con los avances técnicos que existen hoy en día, ¿por qué siguen utilizando los mismos efectos especiales? El tokusatsu tiene sus orígenes en una época concreta, en la que no había otras formas (o más baratas/rápidas) de sacar monstruos en la pantalla. En Hollywood, en muchos casos hacían lo mismo, pero con el tiempo dejaron de utilizar técnicas como la del suitmation (aka “tipo disfrazado”), para centrarse más en stop-motion, o la animación por ordenador. En cambio, en Japón, el uso del CGI en este tipo de producciones no se ha generalizado hasta hace relativamente pocos años, convirtiendo el suitmation en “marca de la casa” de las producciones japonesas. A pesar de que quizás ahora sea incluso más práctico y barato hacer monstruos CGI (aunque siguen estando muy atados por el presupuesto y el tiempo para rodar cada episodio), ellos siguen insistiendo en utilizar personajes disfrazados como manda la tradición. De hecho, si tenemos que hacer caso de lo que se ha escrito sobre Eiji Tsuburaya (el pionero creador de los efectos especiales de Godzilla o Ultraman), a él le divertía que las cosas no pareciesen reales e incluso que “cutreasen” – el sentido del humor siempre ha sido muy importante en el tokusatsu (se ríen de si mismos muy a menudo).
Tsuburaya & Co., kitsch y orgullosos de serlo
Así pues, no es que los japoneses no den para más, simplemente le gusta hacer las cosas de esta manera, ya sea por tradición o por no sentir esa necesidad de convertir en real lo irreal. Por lo tanto, esa necesidad que tiene la ciencia ficción de ofrecer una explicación plausible del futuro o de lo fantástico, de mostrar cosas que creemos posibles, aunque lejanas, no atañe para nada el tokusatsu. Es por ello, que a la hora de valorarlo, debemos hacerlo desde otro prisma, con otras reglas, y quizás así podremos disfrutarlo tal y como está concebido.
Abre tu mente, ¡abraza el tokusatsu!
Aún teniendo esto en cuenta, seguimos pensando que el tokusatsu tiene que superar muchos prejuicios absurdos. Antes hemos mencionado de pasada Doctor Who como una serie que en Japón se considera tokusatsu, y ahí también incluyen Stargate, Battlestar Galactica o Red Dwarf. Todas ellas series muy respetadas, y que pocas veces hemos visto cuestionadas por utilizar cierto tipo de personajes, maquillajes, e incluso suitmation. No hay mucha diferencia en el aspecto de algunos de sus monstruos con los “monstruos semanales” del Super Sentai o Kamen Rider, pero aún así parece que estas series sí pueden tomarse en serio, y las otras no (aunque, precisamente, a nosotros nos gusta que no se tomen tan en serio a si mismos). Esta contradicción nos lleva a pensar en cierto tipo de prejuicios que van más allá de la pura estética, y que tienen más que ver con cierta concepción occidental de los japoneses (y los asiáticos en general). Un tema que quizás nos gustaría tratar más adelante (que ya os hemos machacado lo suficiente por hoy).
Puedes pensar “cutre”, o puedes pensar “imaginación”
¿Tan diferentes son Star Trek o Star Gate del tokusatsu? Por favor, ¡si el Capitán Kirk va en pijama!
Solo un apuntito sobre la parte de los trajes de supertipos en adaptaciones al cine… creo que en algunas de las películas más recientes se está llegando a un punto de equilibrio entre esa busqueda de ‘realismo’ y colorido. Compara los uniformes de las pelis de X-Men de Bryan Singer con la X-Men First Class estrenada este año, por ejemplo (eso por no mencionar casos como Iron Man respetando el cromatismo dorado y rojo del comic, o Thor luciendo un modelo calcado de que tiene ahora en las viñetas. Luego está lo de Spidey, pero ahi ya entra el ‘factor icono’, como con Superman)
No soy tan optimista 😉
Yo creo que en realidad los trajes en los cómics han cambiado precisamente por culpa de las películas. El ejemplo más claro fueron los X-Men de Morrison y Quitely, que casi copiaron los uniformes de las pelis.
Por otro lado, creo que si hay “algo” más de colorido en First Class es porque al situar la acción en los sesenta se han permitido soltarse un poquito más. Con Iron Man, al ser la armadura, es más fácil respetar los colores (no son mallas). Y Thor, quizás se explica por lo que decía antes 😉
Lo de Spidey, aunque es de los que más respeta el original, no deja de ser curioso, ¿cómo un chaval de instituto es capaz de confeccionar un traje taaaan chulo y no unas mallas cutres como sería lo normal? 😉
No le di muchas vueltas a como un chaval de instituto es capaz de confeccionar un traje tan chulo… sobre todo cuando en los cómics dicho chaval de instituto se monta unos lanzarredes la leche de complejos y un fluido de telaraña artificial que le hubiese dado millones en caso de patentarlo.
En fin, la lógica interna de cómic books siempre ha sido algo especial en más de una cosa xD
¡Precisamente! En la película evitaron lo de los lanzaredes caseros para evitar suspicacias. Porque no es creíble. ¿Pero sí es creíble que se haga un traje tan chulo? xDDD
eso se llama “logica caotica”
Totalmente de acuerdo con lo que dices, ¿Porque me gusta a mi? Me divierte, y sobre todo, manda el realismo a paseo. “Realismo”, por cierto, es un término que me repugna. Prefiero “coherente”, con el universo descrito en la obra de turno. Coherencia con si misma.
Lo que dices del uso de CGi en años más recientes lo he podido ver yo mismo. Y hay producciones que han logrado usarlo muy muy bien. respecto a la traslacion en imágenes de ese colorido y aspectos que citas, yo creo que en muchos casos es vergüenza. Ese es otro detalle que creo que tiene el tokusatsu: osadia.
¿Yo? Me limito a disfrutarlo y refleionar a veces. Pero solo despues de haberme divertido.
Ah, un pequeño comentario que no me resisto ahacer: 2001 será una obra maestra. Pero tambien un coñazo que no logro entender.
Información Bitacoras.com…
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Gran artículo, me ha encantado leerlo y recordar viejos tiempos en que me tragué seguidas todas las películas de Godzilla que existen (contra Mothra, Gidorah, Mecha-godzilla, King kong, el hijo de Godzilla…).
Supongo que cómo dices todo empezó porque era la única manera de mostrar lo que querían los japoneses de una manera más o menos factible, y ahora muchos de ellos lo han asumido cómo cultura, lo que no creo es lo que dices de que aquí no se valora este género; estoy seguro de que como yo hay muchísima gente que disfruta con este tipo de películas y series, lo único es que no se lo toman en serio, aquí se ve más como algo para reir y recordar viejos tiempos, pero también creo que este es el espíritu con que se hace este cine y la manera de diferenciarse y ser más originales que los remakeadores/secueladores de Hollywood, que sólo piensan en hacer cosas estéticamente espectaculares y ganar mucho dinero.
De todos modos, como decías hace algunos días, aquí se nota tu síndrome TOCT, seguro que últimamente estás con sobredosis de Kamen Rider jejejej 😉
Pues yo voy a ser del otro bando.
A mí es que el tokusatsu (primera noticia del mismo bajo ese nombre, muchas gracias) no me gusta. Me ha interesado un montón el artículo, didáctico a más no poder, pero me cuesta decir… Pues ahora me voy a ver una de Godzilla, o voy a ver un capítulo de power rangers… Para mis cánones estéticos es cutre, eso por un lado; y las historias… Pues no, no me entraban años ha, cuando mi avidez imaginativa era difícil de saciar… Pues ahora tampoco.
Pero entonces pienso en el planeta de los simios (la clásica) y para mis cánones estéticos sigue siendo cutre pero digamos que la historia de esta última me atrae mucho más y me permite disfrutar de la película (no así de las secuelas) hasta convertirla en una de mis favoritas. Y la versión yanki de Godzilla es que me la lleva al pairo pero esa no se puede decir que sea cutre en sus efectos. Así pues, supongo que no es un tema achacable exclusivamente a la estética, encuentro una divergencia en los argumentos; necesito algo más para que me enganche.
Pero que se entienda… Esto es mi posición personal hacia el género. El artículo es la caña. Interesantísimo.
Salut!!!
Lo del capítulo de los Power Rangers ha dolido xD (hay que huir de las adaptaciones americanas!).
Está claro que si no te gustan los argumentos, no hay nada que hacer. Pero creo que ese ya es el segundo paso. El problema que veo es que mucha gente nunca da el primero, única y exclusivamente por la estética, porque lo ve como “algo cutre para niños”. El post está dirigido especialmente a esa gente, hehehe.
Pero también te diré que el tokusatsu, en toda su amplitud, tiene argumentos de todo tipo. Tiene series más o menos infantiles (aunque, por lo general, los japoneses han respetado más la inteligencia infantil que los americanos), pero también tiene películas o series con argumentos mucho más elaborados. Es como todo. A mi el Super Sentai (“los power rangers”) no me atrae demasiado, y Ultraman a medias. En cambio, Kamen Rider tiene algo de anti-héroe que me gusta mucho más. Por no decir que películas de Godzilla hay a patadas, y las hay muy buenas y muy malas. Teniendo en cuenta que el tokusatsu no es exactamente un género (aunque tengan muchas cosas en común), se puede encontrar de todo.
Salut!!!
Si aquí hay que añadir mi imperdonable incultura en el campo audiovisual (tengo lagunas imperdonables) y soy muy consciente de que a menudo cogemos la parte por el todo perdiéndonos mucho por el camino. En eso soy muy culpable. Sniffff…
Salut!!!
Esa es otra. Si pretendes enganchar a Godzilla a lguien con algunas de los 60… pues puedes meter la pata hasta el fondo, la verdad sea dicha.
13, perdonamos tu incultura audiovisual por tu gran cultura comiquera, y por ser el máster que me desvirgó roleramente xD
No se me había ocurrido pensar en Doctor Who o Star trek, etc como tokusatsu, pero es cierto que algunos efectos, monstruos o maquillajes no son tan elaborados, y recuerdnn mucho a las series japonesas.
¡El capitán Kirk va en esquijama que es peor!
Ojo! Yo no he dicho que no sean elaborados, porque lo son y mucho. En el tokusatsu actual pueden no gustarte los trajes, pero están muy bien hechos!! Y creo que, en su mayoría, los del Doctor Who también lo están (aunque tengan otro estilo).
De momento el post me ha srevido para pasar un buen rato y enterarme de cosas que ignoraba por completo.
¿Qué cosas? ^_^
Pues a mí me ha encantado el artículo y tiene mérito porque, a ver cómo lo explico…
No soy seguidora del tokusatsu, pero me sentía plenamente identificada con lo que contáis por ser (o más bien haber sido) seguidora de series como Star Trek (sobre todo TOS), etc…
Mi opinión es que existe una brecha no solamente entre aficionados y no aficionados, sino que ya la brecha incluye a aficionados con cierta “solera” y aficionados más jóvenes. Estas series y películas con cierta antigüedad se hacían con efectos “cutres” porque no quedaba otra, por la técnica pero también porque hasta hace cuatro días la tele era la hermana pobre (y el género ya ni te cuento). Entre una cosa y otra, cualquier cosa que se hiciera era, para la época, el no va más. Y así crecimos muchos…
Pero ahora, los medios son los que son y al mirar hacia atrás vemos que el camino recorrido ha sido largo. Si crecimos y/o vivimos con ciertas cosas, todavía las veremos con buenos ojos y todavía podremos entrar en ese mundo. Para quien no, aunque le tenga afición a la cifi, fantasy, o lo que sea, le va a costar. Eso en el mejor de los casos claro, aunque haya historias muy dignas de tener en cuenta. A veces me recuerda a estas personas que sueltan perlas del tipo “a mí es que el cine en B/N no me gusta”. Toma ya, grandes obras maestras descartadas de una patada porque alguien no se hace a la falta de color. XD
Hay series que han seguido con esa estética “vintage” (llamémoslo así, que le da más glamour y emboba al personal XD). Quizás haya una vuelta a cierta estética más artesanal, que atraiga y haga más fácil a un público nuevo el que se acerque a estos clásicos. No lo sé, pero tampoco lo veo imposible.
Buen artículo. Desde luego, a la hora de hablar de Star Trek, hay que tener en cuenta que es una serie con 45 años a sus espaldas, como dice Olvidao, no quedaba otra. Para eso contamos con inteligencia y cultura y podemos poner las cosas en su contexto y apreciarlas.
La comparación con Doctor Who, en especial la clásica, me ha gustado. Para mí la “cutrez” no es un punto negativo: es una caracterísica más, que forma parte de su identidad. En mi caso, uno de los motivos por los que me gusta.
Yo no soy muy amigo del Sentai, más que nada por la repetición de la misma fórmula capítulo tras capítulo… Curiosamente, sí fui bastante fan de Power Rangers, y eso que era ya mayor, por lo verdaderamente chorra de los argumentos y cierta flexibilidad. Ahora, el Kaiju Eiga me encanta.
Me gusta tu post, muchos lo critican sin embargo muchos crecimos con el y de niños pensábamos que esos monstruos de latex eran reales XD es divertido recordarlos ahora, incluso de acuerdo a las descripciones podríamos meter al Chapulin Colorado en las comparaciones por su ninguna cercanía con la realidad, lo fantasioso, los super efectos especiales y el hecho de que si te pones a pensar muchos de esos héroes (como kamen rider) parecen salta montes