China: Longsheng y sus terrazas de arroz
Saludos cosmonautas,
recuperamos de nuevo el viaje de Urías de este verano del 2009 en las calurosas tierras del sur de la China. Y esta semana lo hacemos para hablaros de una de las excursiones obligadas cuando uno visita la ciudad de Guilin, o la província de Guangxi: las terrazas de arroz de Longsheng.
Estas famosas terrazas de arroz que cubren las montañas ofreciendo una vista muy curiosa eran algo desconocido hasta no hace demasiado años. Pero resulta que hace unos 10 o 15 años, un fotógrafo americano pasó por ahí “por casualidad” y quedó maravillado con el sitio. Publicó las fotos, y al poco tiempo se iniciaba un boom turístico en la localidad. Los habitantes del pueblo bien felices por ello, pero hoy en día, extrañados por el repentino interés de tanto extranjero por su pueblecito, siguen preguntándose: “¿qué verán todos estos demonios extranjeros en unos simples campos de arroz?”
Los chinos tienen cierta obsesión por identificar los lugares con formas, aquí tenemos la luna es esa pequeña parte más blanca hacia la derecha, y no recuerdo si el resto de “cimas” eran estrellas u otros planetas.
Dicen que lo mejor de Longsheng es ver como evoluciona el lugar en las 4 estaciones del año. En invierno está todo cubierto de blanco, en primeravera dicen que es “el espejo del cielo” porque los campos de arroz están cubiertos de agua creando un efecto fantástico. Nosotros fuimos en verano, en que está todo verde, y aunque es muy bonito, parece que es la estampa “menos bonita” de las 4 estaciones. En otoño también es espectacular porque todo es de color amarillo.
Ellos tampoco quisieron perderse el espectáculo de las terrazas de Longsheng.
Hay que decir que llegar hasta ahí en pleno verano no deja de ser toda una hazaña cuando el sol está en su máximo esplendor. Los coches no pueden llegar a la parte de arriba, en primer lugar porque tienen prohibida la entrada, pero es que en realidad tampoco podrían. Hay un montón de escaleras que subir antes de llegar al mirador principal, donde afortunadamente encontraremos tiendas que nos vendan preciados refrigerios.
Después de la visita, y para descansar un ratito, no es mala idea quedarse por ahí a comer. Hay varios restaurantes y hoteles, bastante humildes todos, en los que podrás encontrar algunos platos típicos de la zona… ¡lógicamente con mucho arroz!
Arroz silvestre en bambú, una de las especialidades de la zona. Un sabor peculiar, pero estaba bueno.
Gracias a ese plato descubrimos que hacían estas señoras con tanto bambú quemado.
La cervecita de rigor, en homenaje a Pau. Puede que un día os cuente lo peligrosa que es la palabra “cerveza” si la dices en chino.
Si no te gusta el arroz, mejor no vayas a Longsheng…
Urías es famoso en todo el mundo por sus camisetas de TLQM ™, y por eso de vez en cuando tenía que sacarse fotos con los fans chinos. ¿Os suenan esas bambas?
Información Bitacoras.com…
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El aspecto del arroz en bambú es respetable 🙂
Pero que hacían las mujeres con “el bambú quemado”, no lo entiendo ^^
El arroz en BAMBU, si es uno que esta medio dulce es TERRIBLE.
Mi maldita memoria de pez no me permite recordar donde lo probé pro primera vez pero MOLA!!
Y las terrazas… Me recuerdan a las de Filipinas, espero que para llegar a ellas no tuvierais 9 horas de coche por pistas forestales como nos toco hacer a nosotros 🙂
No fueron 9 horas, fueron solo un par desde Guilin. Y algunas partes del camino eran chungas, pero tampoco pistas forestales. Eso sí, hubo mini-choque incluído xD
Muy bueno el post de hoy, ya sabes que me encantan tus historias de viajes en Asia. Las fotos están genial, tiene que ser un lugar impresionante. Me lo apunto.
Yo también probé arroz ahumado en bambú en Vietnam, me pareció muy curioso.
Saludos
Y me gusta verte comentando en estos posts 😀
Curioso, ¡qué ambiguo! ¿Te gustó o no? xD
Bueno, fue más un acompañamiento que un plato. No sabía a nada (un poco salado y ahumado, si acaso) pero me gustó probarlo.
De camino en moto al Valle de Oro (Thung Lung Vang) en Dalat empezó a llover y tuvimos que refugiarnos de la tormenta. Encontramos una casa a un lado del camino que servía pollo (Gà), había gallinas correteando y todo era muy auténtico: el padre mataba los pollos (en el momento), la madre los cocinaba y la niña los servía. Junto con la ración del pollo servían arroz ahumado en caña de bambú como acompañamiento, fue la primera vez que lo vi. Recuerdo que después de comer nos tuvimos que quedar en la casa esperando a que escampara, tumbados en una hamaca escuchando la radio que tenía puesta el señor con canciones antiguas de la época de la Guerra de Vietnam; Thoai me iba explicando el significado. Fue un momento muy surrealista, de repente fui consciente de que estaba atrapado por una tormenta en una casa en mitad de la selva de Vietnam, en compañía de mi novia y una familia vietnamitas. Cuando he visto tu foto del arroz en bambú he tenido un flashback. 🙂
Creo recordar que la variedad de arroz que se utiliza para cocinar arroz ahumado en bambú es Arroz Glutinoso (sticky rice), es difícil de digerir y por eso queda mejor como acompañamiento que como plato.
Saludos
¡Pues qué flashback más chulo! 😀 Toda una aventura, y el detalle de la radio fenomenal, de película 🙂
Sobre el sticky rice voy a hablar un poco próximamente, de camino a Longsheng paramos en un pueblo de la minoría Dong, y ahí TODO se hace con arroz glutinoso 🙂
Preciosas fotos y si como tu dices es la peor estampa…
Supongo que en esas cañas quemadas es donde cocinan o presentan el arroz silvestre.
He leído que has jubilado esas bambas, pero con un buen betún aun podrían viajar unos cuantos meses.
Un saludo.
Creo que el “bujero” que había en la parte delantera ni con betún se tapa xD
Un paisaje precioso. Qué bonito !!
Y el arroz cocinado en bambú se ve delicioso. Y con cerevecita… lo que daría yo por una cervecita…
Una abraçada !!
Tú a cuidarte, nada de cervecitas 😉
Una abraçada!!!
¿Y esa es la peor estampa? Pues como sera la peor. Las terrazas me recuerdan a la zona dond eme crie, pero a lo cafre. Un sitio muy bonito, sin duda.
Y el arroz en bambu… tiene muy buena pinta, la verdad sea dicha.
Y el enigma de las fans chinas de Urias es bien sencillo: es un diablo extranjero que les dobla (literalmente en muchos casos) la altura. Y si no se sacan una foto con él, no les van a creer. Y ademas, las hace un regalo: tirarse el pegote delante de los amigos y parientes: Conocio a un diablo gigante venido de Poniente… ¡y sobrevivieron!
Lo has clavado, me encanta ser un diablo extranjero 😀
Tienen un aire con las terrazas de arroz que vi por Bali, pero estas se ven más grandes y con un verde muy intenso y bonito. Estaría bien descubrirlas en las demás estaciones como apuntas, me seduce el invierno, verlas todas blanquitas 🙂
Si que venía compacto el arroz ese no? yo también probe uno asi en un restaurante de Hong Kong, estaba bastante bueno 🙂
Y lógicamente la cosa se veía mucho más bonita ahí que en foto (lástima que estaba algo superpoblado, pero no tanto como para tener que huir de ahí – y muchos se quedaban en un mirador a medio camino porque ya no podían más xD).
Buenísimas fotos! Me gustaría darme una vuelta por ahí, y se nota el cariño que le tenías a las viejas bambas 😀
Pues lo tienes más cerca que yo 😉
Más que cariño al objeto en si, son los recuerdos o todas aquellas cosas a las que las puedo asociar 😀
Gran paranoia que he recordado cuando he visto los fantásticos campos de arroz.
http://www.ripten.com/wp-content/uploads/2007/07/spaceballs.jpg
LOL, a saber con qué tipo de peine hicieron los campos de arroz xD
Alguna vez he probado el arroz al bambú por aquí y la verdad es que no me acababa de convencer el regusto a madera que dejaba en la boca, no se si pasara lo mismo por allí…
El paisaje tiene que ser increíble para afotar!
Saludos!
Pues sí, tenía ese regusto, no me lo pediría muy a menudo, pero no estuvo mal probarlo 🙂
Los campos de arroz escalonados parecen estar hechos con piezas de Lego 🙂 Es muy bonico
Repasando los posts que me perdí mientras estaba en el hospital me encuentro con éste y con esta cerveza jejeje
Luego me paso a felicitarte el año 😉